viernes, 29 de diciembre de 2017

HOY TOCA AMNESIA HISTÓRICA

Hoy (29/12/2017)  se ha dado un pequeño  paso para  el (ingénuo) demócrata pero, uno grande para el resto de personas que quieren, de una vez, no volver locos a los editores de libros de historia. Sí. Esos que aprenden nuestros hijos, sobrinos o nietos pese a quien pese.
Hoy la Carmen Franco ha estirado la pata. En su cama con, 91 años. Tranquila. Diciendo al resto de sus lacayos que ya estaba harta de vivir. Que sabe que el cáncer la abrumaba. Posiblemente era masón. Tal y como dijo papá. El mal  siempre viene de los otros. La única hija del DICTADOR se ha  ido a criar malvas.  Siempre se sufre la pérdida que  cualquier ser humano. Haya hecho lo que fuese (¿?)  La cuestión es  meter o no meter dentro de esta categoría a parásitos, con impostados títulos nobiliarios  asignados por una nobleza acomplejada y temerosa a la  que no tembló la mano al asignar marquesados, ducados  u otras mierdas a los Franco y su hedionda grey.
Aquí con papá  y mamá en un selfie externalizado. Por supuesto.

Por eso, Carmen, adiós muy buenas. Arrivederci. O Chao. Hija del  Gran Cabrón Golpista De Luxe. Tú, en tus sábabas de seda con tu extremaunción y curitas. Otros, llenos de polvo, asco y, con los ojos húmedos, buscamos cerrar y entender nuestra historia familiar que, curiosamente, la historia nos robó. Adiós. Muy buenas. Nos vemos en el infierno. Hostia!  Que no creemos en él.  Pues, lo sentimos, tendrás que estar tú sola con tu papá y mamá y con  tu hija que, tu dios, guarde muchos años antes de hacer una reseña exacta a la que te hacemos hoy.

De www.el Publico.es

"El 7 de abril de 1978 protagonizó un incidente en el aeropuerto de Madrid-Barajas, al ser detenida cuando intentaba llevar a Suiza 38 medallas y condecoraciones de su padre.El Tribunal de Contrabando le impuso una multa de 6.800.000 pesetas por intento de evasión de objetos de valor histórico. Esta sentencia fue anulada por el Tribunal Económico Administrativo Central el 25 de abril de 1980."

"Carmen Franco conoció al que sería su marido, Cristóbal Martínez-Bordiú, a los 22 años. El 16 de diciembre de 1949 celebraron la petición de mano y la boda el 10 de abril de 1950 en el palacio de El Pardo."
"El matrimonio tuvo siete hijos: María del Carmen (1951), María de la O (Mariola) (1952), Francisco de Asís (Francis Franco) (1954), María del Mar (Merry) (1956), José Cristóbal (1958), María Aranzazu (Arancha) (1962) y Jaime Felipe (1964)."
"A la muerte de su padre, en noviembre en noviembre de 1975, el rey le otorgó el título de duquesa de Franco con grandeza de España, que unió al de marquesa de Villaverde obtenido por su matrimonio."

jueves, 14 de diciembre de 2017

LOS ULTIMOS JEDI DE LOS COJONES



Reproducimos abajo un artículo de El País del obsesivo Carlos Boyero. No por ello menos elocuente y certero a la hora de analizar y criticar, en estas fechas tan entrañables un producto hecho para convencidos que tragarán con carros y carretas. Ahora ni existe Lawrence Kasdan en el guión (mucho mejor).
Esto sí que es la vida. El resto a dormir
No nos importa una mierda ni la Leila, ni el  Han Solo que ( hostia) lo mató su propio hijo el rarito y excelente en otras obras más odiadas por por los fariseos, llamado Adam Driver. Sí. Por lo visto este señor es el malo malísimo de la muerte de le saga pero es una puta falacia. Es un actor capaz que hacer un poema decidado a la la cerilla que una vez encenderá el cigarrillo de la mujer que ama. Ah, que esto es un puto coñazo. Perdón por ser tan  poco prosaico. Lo vuestro es criticar todo lo que os parece lento. A lo peor, es que vais demasiado rápido.

Carlos Boyero en  El País 13/12/2017


Imagen de El Tedio de Las Galaxias en su énesima encarnación
"La suntuosa puesta en escena de ese presunto o cierto acontecimiento mundial que supone acceder antes de su estreno a un pase de prensa de Los últimos Jedi, la ¿octava, novena, centésima? entrega de aquello que comenzó con una música exaltante y sublime y un rótulo que anunciaba con legendaria fascinación: “Hace mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana”, es el prolegómeno para ser testigo de lo que esperan millones de espectadores de cualquier cultura y en cualquier lugar. Y ya no se trata de ver una película, esa cosita inicialmente gozosa que desde hace más de cuarenta años es 
algo cotidiano en mi trabajo. De entrada, en una fila asfixiante, me requisan mi anacrónico, pobrecito, tan viejo, tan solo teléfono, Nokia que aún me sirve para hablar con cada vez menos personas. Después cachean mimosamente mi ajada anatomía para prevenir que algún artefacto diabólico que pueda afectar al hipercalculado taquillaje de su divina criatura. Y luego una amable, natural, muy profesional jefa de prensa nos avisa de que alguien estará vigilándonos en la sala durante la proyección para que las tentaciones de los corsarios audiovisuales no triunfen. Mis castigadas vejiga y riñones me reclaman visitar la perfumada toilette a mitad de proyección (es imperdonablemente larga, como 150 minutos) y cuando regreso a la sala vuelven a chequear mi cuerpo, por si había algún espía en el lavabo. Y cuando finaliza esta lúdica e inolvidable gesta del actual cine de aventuras (aseguran muchos sin huellas de sonrojo) vuelvo a hacer interminable cola para que me devuelvan mi móvil y también me sugieren que deje en un papel mi opinión sobre lo que he visto. Me olvidaba, también nos han pedido antes que solo podremos escribir o hablar lo que hemos visto a partir de las seis de la tarde y un minuto de la tarde del martes, y nos piden educadamente que no contemos en ningún momento su argumento ni caigamos en el pecado del spoiler. Y recuerdo el nada original título de una canción de mi amado Leo Ferré: Les temps sont difficiles. Siempre lo fueron, Ferré. Pero los dinosaurios cada vez lo tienen más jodido." 
LOS ÚLTIMOS JEDI

Dirección: Rian Johnson.
Intérpretes: Daisy Ridley, Mark Hamill, Adam Driver, Carrie Fisher, Oscar Isaac, John Boyega, Frank Oz.
Género: ciencia-ficción. EE UU, 2017
Duración: 152 minutos.


"Y vamos al asunto. O no. Sigamos con las digresiones gratuitas. Se supone que lo que he visto, ese guion sin pies ni cabeza, solo referencias en las que me siento perdido, dirigida rutinariamente, es una precuela, secuela, remake, lo que demonios se inventen, de aquel cine y negocio fastuoso (descubrieron que lo del espectáculo solo era el soporte para un merchandising genial) que se inició con la memorable La guerra de las galaxias y continuó con la inquietante y sombría El imperio contraataca (en ellas apareció Yoda, un personaje que me fascinó, como Darth Vader y Obi-Wan Kenobi, y había alguno menos perturbador pero que me caía muy bien como el vitalista, audaz e irremplazable Han Solo) pero esto ha degenerado en un serial tan calculado y fofo que me aburre a morir, sin inspiración ni alma, servil con una fórmula que resulta infalible en el mercado, un cine que sabe que la paciencia de sus espectadores solo admite multitud de planos con duración mínima, embelesados con esa música que atruena en todos ellos, falsamente épico, inútilmente lírico, a la búsqueda de nuevos personajes que suenan a caricatura, cine con estrategia de acción continua, sin respiro, que en medio de esa apoteosis de batallas, duelos, ruidos y efectos especiales consigue la paradoja de que a ratos me quede frito. Y son varias generaciones las que siguen este show galáctico con el amor y la fidelidad de los creyentes. Benditos sean. Cómo les envidio. Yo tiemblo cada vez que tengo que padecer la nueva entrega de una saga que me resulta insoportable. Y durará hasta el infinito y más allá."

viernes, 8 de diciembre de 2017

IBEX IN LOVE: LAS PRISAS SON BUENAS A FUEGO LENTO



Juan Luis Cebrián fue  un periodista. Artífice de una transición que, con el paso de los años, vimos que fue virtual. J.L.C.  nos hizo ver  que  la luz al final del  túnel  no nos cegaba. Era el resplandor de  un sol cegador que nos iba a llegar. Cuando  Juan Luis tuvo la tripa llena, al  igual que Groucho en El Hotel De Los Líos,  miró la vida de otra manera.  Se hizo empresario. Subió  al altillo del Puto Gran  Influenciador de Lo que Más que Te  Conviene.  Yo tengo la pasta. Soy de izquierdas pero no soy zurdo. Si lo fuese vería que la única salida  sería  rebelarme contra  todo el mensaje que, históricamente  es de derechas. Diestros. Por cojones tienes que usar tu puta mano derecha. Los zurdos son los proscritos de los celíacos. A estos últimos se les ve ahora. A los zurdos nunca. Y son de izquierdas. 
Soy un abuelo apacible pero, te puedo meter el cuarto poder por el culo tranquilamente

 Juan Luis. No sabemos si eres o no. Pero nos importa una mierda. Si lo fueses. Sería doble pecado. Juan Luis. Eres un asqueroso integrista capitalista. Tus jefes, tu  Constitución y  tus juntas de accionistas desvelan tu acomodaticio status que descubre  una barricada acolchada de euros que antes fueron pesetas. Opinar es gratis pero, tú esperas  poner  tarifa plana a los sueños imposibles y que, encima,  son retribuciones en especie.




DESTROYER - TINSELTOWN SWIMMING IN BLOOD
DE KEN (2017)

El cantante y compositor canadiente Dan Bejar formó a mediados de los 90 Destroyer. Una demoninación rupturista que poco, o nada tiene que ver con las formas, en principo rock-folkies de la formación. Lirismo surrealista y envolvente que  nos cautivó en Kaputt (2011), ahora adquiere forma inequívocamente postpunk. Una especie de homenaje aprendido de Joy Division ( otra vez), The Cure y  los Banshees. Jamás tanta oscuridad alumbró tanto a tantos. Destroyer deambula a su puta bola por los derroteros del indie entreteniendo mucho, muchos más que unos, por ejemplo, anodinos Fleet Floxes que se tendrían que ir, definitivamente al campo a  rectificar y decir aquello que no todos los hijos de Dylan son buenos. Destroyer sí. Muy buenos y, en línea  creativa ascendente que,  en estos tiempos es como no decir nada.

 

"No podía ver, estaba ciego en el rincón,
 haciendo el trabajo del poeta. 
 Está bien por ahora. Era solo un sueño de tus ojos azules."