EL ONCÓLOGO QUE TENÍA UNA VIDA DE MIERDA
( THE C125'S BALLAD )
Me llamo Mauricio Estébanez de
Millera. Soy oncólogo. Llevo la hostia de años en esto. He visto.
Bueno, veo cantidad de casos, situaciones y problemas que acaban en
oma. Menos hematoma todo es mi tema. Trato a pacientes con sumo
cuidado. Doy plazos. A veces juego a la lotería con sus décimos. Sinceramente, me
alegro enormemente equivocarme algunas veces pero, por desgracia, son las
menos.
Me puedo considerar una persona razonablemente feliz
dentro de los estándares e índices establecidos. Tengo una vida
relativamente acomodada y dos hijos púberes insoportablemente idiota. Mi
banal esposa me retiró la feliz convivencia hace ya siete años para
follarse cada quince días a su terapeuta y a su fisio los sábados impares
en los lavabos de un centro comercial.
A Eulalia, mi paciente más longeva, hace una semana le
tuve que explicar, con tacto, cariño y delicadeza que su cáncer, después de
veinte años. Esta mujer es la auténtica fiesta de los indicadores
C125. La cabrona tiene noventa años. Las patitas de la perdición habián asomado
de nuevo. No le di más de cinco o seis años de responsos y abluciones con
agua bendita. Mi experiencia dice que cuando eres viejo, el cáncer
se acomoda y prefiere esperar que amoches por otros motivos.
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Entre consultas me dedico a la quiniela, firmar los papeles del divorcio o dibujar el 6 y el 4 |
A Eulalia, tras el nuevo diagnóstico, lo único que le
preocupaba era saber si su hijo le sacaría de la residencia para
llevarla a comer churros el día de la madre. Le dije que sí. Y así se lo
expliqué a la cuidadora boliviana que empujaba su silla de ruedas
Sé, que la pobre, en todas las consultas, lo pasa peor que ella. Pero es
lo que ahí. Se la llevó lentamente de mi consulta y pensé, instintivamente, si
dentro de cinco o seis años, yo estaría aquí diagnosticando estas
mierdas u otras. A lo mejor, estaría ya en la puta calle y el fijo,
por fin ocuparía mi plaza eventual de veinticinco años.
Pensé que mi cáncer es la escasez de años
cotizados. La triste y esforzada pensión de mis orgullosos, e inestables
hijos, y el tener que, noche tras noche, que meneármela solo con la
foto de mi ex Mariola. Maravillosa con su pelo al viento en la
playa de Benidorm. Con ese bikini que dejaba, entrever por sus ingles unas incipientes
lianas que, al crecer, serían firmes soportes que trasladarían a
Tarzán de un árbol a otro.
Mañana empiezo la consulta a las diez y, encima es
lunes de septiembre.
ANGÉLIQUE KIDJO - MALAIKA
DE LOGOZO (1992)
Originaria de Benin Angelique enpezó a ser conocida en estos circuitos a partir de la eclosión world de los 90. Grammys aparte y otras mierdas, si algo caracteriza a esta mujer es su capacidad de adaptación e investigación musical de sus ancestros. Su tamiz incluye sin rubor pero con honor y respeto a los Talking Heads ( Remain in Light de 2018) y el homenaje a Celia Cruz (Celia 2019). En Malaika utiliza un sublime suajili. Cuando África despierte de verdad...
ANGÉLIQUE KIDJO - MALAIKA
DE LOGOZO (1992)
Originaria de Benin Angelique enpezó a ser conocida en estos circuitos a partir de la eclosión world de los 90. Grammys aparte y otras mierdas, si algo caracteriza a esta mujer es su capacidad de adaptación e investigación musical de sus ancestros. Su tamiz incluye sin rubor pero con honor y respeto a los Talking Heads ( Remain in Light de 2018) y el homenaje a Celia Cruz (Celia 2019). En Malaika utiliza un sublime suajili. Cuando África despierte de verdad...