El avión llevaba más de un cuarto de hora atravesando las nubes de forma monótona.Volaban a algo menos de 30.000 pies y él pensó si eran descalzos o calzados. Recostado en el asiento de al lado, se encontraba envuelto un cuerpo inerte en una aséptica bolsa negra.
Cinco minutos después, el copiloto abrió una compuerta y, con su ayuda, consiguió arrastrar el fardo humano hasta el borde de la escotilla. Dirigió su mirada al profundo vacío y expulsó la bolsa con violencia fuera del avión. Intentó oir, sin éxito,el rumor del mar que a lo lejos lo imaginaba. En ese instante, pensó en aquellas palabras de su presidente que hablaban de un mundo mejor y más seguro. Lo cierto es que el sol radiante de aquel día se comportó de forma extraña.
Cinco minutos después, el copiloto abrió una compuerta y, con su ayuda, consiguió arrastrar el fardo humano hasta el borde de la escotilla. Dirigió su mirada al profundo vacío y expulsó la bolsa con violencia fuera del avión. Intentó oir, sin éxito,el rumor del mar que a lo lejos lo imaginaba. En ese instante, pensó en aquellas palabras de su presidente que hablaban de un mundo mejor y más seguro. Lo cierto es que el sol radiante de aquel día se comportó de forma extraña.
"Podría decir una mentira , pero mi corazón lo sabría
Escucha a los perros ladrar en el patio
Ruedas del coche en una carretera de grava
Niño en el asiento trasero de unos cuatro o cinco años
mirando por la ventana
Un poco de suciedad mezclada con lágrimas
Ruedas del coche en una carretera de grava"
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