viernes, 8 de noviembre de 2019

POR FIN SE ACABARON TODOS LOS VERANOS DEL AÑO

¿POR QUÉ  TENEMOS QUE LEER EN VERANO SI NO LO HACEMOS EL RESTO DEL AÑO?
El libro es mi sombra  que tapa mi sabiduría del  puto sol de este maravilloso verano
Pues no lo sabemos. La verdad es que nos importa una mierda lo que hagáis. Si el resto del año no habéis sido capaces de leer nada más que  vuestros aburridos proyectos con manuales de  infame inglés. Estuvisteis todo el puto día leyendo  titulares en la web con letra muy  gorda subrayada y en negrita. Quiere decir que  vuestra opinión que no va más allá de un reenvío (¿retweet?). Mejor que opinen y piensen otros ¿verdad?  Os da pereza analizar frases, contenidos e intenciones. No digamos ya formas retóricas. Vuestra comprensión lectora no va más allá de la pizarra donde por 10 euros os ofrecen un menú del día. No sabemos  qué día se trata. Quizá uno de 1986 en Ucrania.

Ahora es tiempo  de decir a los demás todo aquello que les gustaría haber escuchado en verano. Somos la hostia en bote. Nos llevamos a la playa un conglomerado (al peso) de libros porque, en el fondo, aunque seamos un prototipo de ameba, nos gusta leer. Es más, podemos llegar a entender lo que dice y expresa un párrafo de un bestseller hecho para que lo puedas leer en una playa atestada de personas. Las mismas que esperan leer esos tochos insustanciales. Tus inexistentes ansias culturales se difuminan en un story, istori, o history de Instagram que te muestra sonriente en una foto frente al mar. Posas con un libro que solo tendrá de libro las hojas y las cubiertas. Bienvenidos al conjunto vacío. Nosotros ya lo sabíamos porque formamos parte de este entramado de vacuidad. Pero, creemos que dista mucho de  alardear y, mucho menos, enorgullecernos de pertenecer a él. Se acabaron los veranos. Ahora el otoño recalentado viene en forma de buzoneo. De patata caliente que nos pasan para tapar la vergüenza ajena que nos producen las bajas miras de los gestores públicos que aparentan amar hasta la extenuación el malogrado e inentendido terruño ibérico. Me queda, nos quedan a algunos, un fundido en blanco.


SONIC YOUTH - TEENAGE RIOT
DE  DAYDREAM NATION (1988)
 En fin, repetiremos lo de siempre. Banda  de New York de rock (muy) alternativo formada en el inicio de los sobeteados y malinterpretados años ochenta. Thurston Moore (guitarra-voz), Kim Gordon (bajo), Anne DeMarinis (Teclados), Richard Edson(batería). Cuando se piró DeMarinis, se unió Lee Ranaldo. Mezcla de experimentalismo con mezclas rock-pop y un poco de noise grunge. Joder. No sabemos ni lo que decimos. ¿Pretenciosos? ¿Cobardes?  ¿Visionarios de lo que pudo ser y fue? Algo especial tendrían(y tienen) cuando fascinó al mismo Enrique Morente, una le mas mayores almas transgresoras de este país-nación-terruño-nadería. Buscad por ahí y vereis...




Y AHORA CON  MORENTE ( OMEGA no fue el fin ) 



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