CORONAVIRUS Y VIRUSCORONA

De China viene la nueva sensación pandémica de la temporada. Curiosamente siempre en forma de catarro. Nunca de fiebre amarilla. China, paradigma del capitalismo comunista, no está dispuesta a que unos pocos mocos colgando les amarguen sus negocios fuera de su frontera. Por lo tanto, pone en cuarentena ciudades enteras para limpiar la imagen y a la par, negocia con las farmaceúticas el  porcentaje que se embolsará de los medicamentos que pondrán a la venta cuando la propagación ocupe portadas enteras. No hay nada como crear necesidades económicas, sociales y políticas. Si de paso el rebaño está bien apretujado y, comodamente insensible, pues mejor.

Con este follón no sé si soy un coronavirus o una  nueva versión del Satisfyer

Por supuesto, todo es fabular. Estamos validados y autorizados a decir lo que nos salga de los conductos seminales visto lo visto.La realidad es que, más pronto que tarde,  nos iremos a la mierda. Una mierda con una  capa de plata de Tous. Pero mierda al fin y al cabo.

Aquí el virus de la Corona sigue estable. A ver si se encuentra la vacuna definitiva de una vez por todas.

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  Al  primero le esperé pasada la medianoche escondido detrás de un sofá. Tenía una tez clara, barba canosa con tonos rubios. Ya no me acuerdo. El cabrón entró por la terraza del salón intentando no hacer ruido. Yo estaba nervioso. Mucho más de lo habitual. No podía evitar que unas gotas de sudor intenso cayesen a la raída alfombra.  Mi cuchillo santoku recién afilado en mi diestra destreza se estaba empezando a impacientar. La luna: Ese puto reflejo inspiración de románticos mal avenidos, entró por el gran tragaluz rebotando en el acero japonés que, iluminó  la cara asombrada del rey que ya entraba en la casa. Inmediatamente me levanté y sin mediar palabra le rebané el pescuezo. Antes le subí su asquerosa barba a la altura de los ojos. Le empujé con violencia e, inmediatamente fui a por el siguiente. Éste pensó que su compañero había tropezado. El origen asiático del segundo monarca no me intimidó. Bien es sabido que los habitantes de esa zona están acostumbrados a dar hostias como panes. No le di opción. Me  aparecí ante él con el pijama ensangrentado. Con un fuerte y  tierno abrazo navideño, le remetí, una y otra vez, en el estómago  todo aquello  por lo que jamás, jamás debería hacer competencia a las grandes empresas de mensajería. Si eres una idea lo mejor es que jamás salgas de la mente. Que te alimentes de quimeras e ilusiones vacías a fondo perdido.

AUNQUE ACABEÍS CON EL DE ROJO AMAZON OS SOPLARÁ EN LA NUCA

Me resbalé con el amasijo de sangre y vísceras que en el suelo coloreaban la  puta alfombra. Busqué al tercero: Ese de tez oscura con resplandeciente dentadura. No estaba en la terraza. Miré hacia la  helada calle y le vi angustiado buscando un sitio para dejar aparcados a los camellos. Con  una gran bolsa de plástico recogía la mierda que iban soltando en la calzada.
Baltasar no subas. Tus compis  se han ido ya. Te han dejado solo. Yo que tú me iría cagando melodías. Esta calle está llena de bares  y tabernas y todos te están mirando mal.-Insistí a grito pelao-. Por cierto. Déjame en  el portal los regalos de mis hijos, Creo que  tus compañeros reales han pasado de todo. 

"Nosotros somos los Tres Reyes de Orientere
Cargando regalos que traemos de lejos,
El campo y la fuente, páramo y montaña,
Siguiendo a aquella estrella."

We Three Kings. Villancico de John Henry Hopkins Jr.-1857

  

THE BRIAN SETZER ORCHESTRA- THIS CAT'S ON A HOT TIN ROOF
DE  CHRISTMAS EXTRAVAGANZA! (2005)
Mezcla del un comercial y previsible swing y rockabilly. Brian reinventándose despúes de los ochenteros Stray Cats. Horterismo secular con tupé pero lleno de actitud y conocimiento del medio navideño. La Orquesta tiene otras formas y texturas  pero, son cuentos distintos. No éste.