miércoles, 23 de febrero de 2011

APOCALIPSIS CAÑÍ

23  GOLPES EN LOS COSTILLARES

En la época que éramos jóvenes e inexpertos (ahora sólo somos inexpertos), cualquier impresentable se podría presentar ante ti y gritar que te tirases al suelo. Había un  mar de fondo lleno de odio y rencor. Miradas de reojo en espera de esa chispa que encendiese una violencia, antes callada, soterrada, urdida en mugrosos cuarteles mediterráneos y que, esperaba materializarse en sangre y pólvora. Seguir los conductos de "mi opinión vale más que la tuya, simplemente porque tengo mejor puntería". Se pudiera pensar también que, vistos los años, los lustros siguientes, que no todo fue tan bien. Que quizá se salieron con la suya.Que todo fue un montaje para ir  convenciéndonos de la frase "como yo nadie te querrá",y que siempre seremos felices viviendo en un mal menor.
No hay nada más triste que un conformista mudo. Es en lo que nos han convertido. Fracasaron porque no supieron elegir a buenos sponsors para la actuación. Si en lugar de  apelar a  viejas glorias fascistas militares trasnochadas, hubieran buscado a los mercados financieros,
a la alta Curia Romana, a las farmacéuticas y  a las folklóricas (sumidas en aquel tiempo en un  profundo ostracismo) seguro que triunfan. O, ¿de verdad que no han triunfado? ¿Qué es y qué hace ahora la Banca? Al clero le pareció un golpe demasiado progresista y por eso no lo secundó: los militares se negaron a sacar los pasos de Semana Santa junto con los tanques en Valencia ( no había bastantes nazarenos disponibles a esas horas) ¿Cómo actuan hoy las farmacéuticas en el Tercer  Mundo? ¿Cúal es el medio audiovisual actual que no tenga la folklórica reaccionara de turno en su parrilla?

Los golpes nos los van dando a diario. Lo único que hacemos es cambiar de costado para que el dolor se turne  y podamos seguir pensando lo  bien que vivimos en un mal menor.




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