LA FILA DE LOS MANCOS

UN CUENTO CHINO

 

Director: Sebastián Borensztein

Intérpretes: Ricardo Darín, Huang Sheng Huang, Muriel Santa Ana,

Enric Rodríguez, Iván Romanelli

País: Argentina, España-2011

Duración: 100 min.

Guión: Sebastián Borensztein

Fotografía: Rodrigo Pulpeiro
Música: Lucio Godoy

 

La mirada de Ricardo  Darín, profunda, triste, enigmática, gris,de un ferretero en Argentina. Marcado por un pasado que le obliga a detener el tiempo a su alrededor. Todos los días son iguales. La misma hora, la misma gente “pelotuda” que visita la ferretería. La misma existencia marcada por aquello que fue y que no es. Todas las ilusiones que se quedaron en el camino y que, en la actualidad, de nada valen porque el espacio y el tiempo son estáticos. La vida es inamovible. Hasta que llega el factor oriental de ruptura. Algo, sin sentido atrae a los polos opuestos. Todos con un pasado absurdo, curioso,  de marcado tinte  vacuno. Quizá nunca es tarde para ser útil. Pero, ¿por qué?. Nunca es tiempo de recuperar bucólicos sueños ni de ayudar anónimos intrusos a buscar su camino en la vida y , de paso, golpear duro al poder intransigente policial.  Esa persona  solo puede ser Ricardo Darín en una producción argentina que, además, no cuesta entender. Se comprende todo, hasta su estrámbótico inicio y su final que cierra el círculo con una sonrisa. Una pequeña-gran historia que en ningún momento nos engaña como a chinos ( es pura envidia). Por favor Ricardo, jamás claudiques ante los oropeles hollywoodienses. 

Un guión es algo más que palabras  inconexas escritas en una servilleta de Mcdonald ( historias actuales de cinefórmula  americana actual). Un guión son simplemente historias o no, de algo o alguíen que tiene algo que decir, o no pero que te transmite emocines durante una. dos o tres horas que dura un film. Ricardo. Tú harías creíble hasta una película de James Cameron, pero, por favor, no la hagas nunca. No te imagino en 3D perdido en fuegos artificiales de personajes anodinos que esconden su falta de imaginación  en ruidos y explosiones. Los mejores efectos especiales son aquellos que se meten dentro de nosotros sin darnos cuenta. Aquellos que hacen que una película sea inolvidable y recordemos pasajes palabras y situaciones que nos acompañan toda nuestra vida. El resto es humo y, precisamente, caca de la vaca