sábado, 15 de febrero de 2020

VIVIR NO ES SUFICIENTE (O SÍ)

Solo quien no conoce el dolor no entiende el alcance de la carga emocional, física y traumática de la palabra sufrimiento. El sufrimiento es algo más que aguante, autocontrol y abnegación cristiana.
VIVIR PA NÁ...ES TONTERÍA
Las convicciones religiosas forman un enrevesado laberinto que atrae a la fe de los incautos. Una vez dentro lo inexplicable se hace ley. Se persigue muchas veces con saña y violencia, cualquier atisbo de desarrollo humano e intelectual. Todo vale si  la meta merece la pena. Si el objetivo final se trata de la felicidad eterna, el esfuerzo no habrá sido en vano. 
A los enfermos pragmáticos esa felicidad a plazo fijo les viene grande. Quieren aferrarse a un mundo perdido de afectos sensitivos. Quieren levantarse todos los días reconociéndose a sí mismos y a los demás. Quieren poder dar un abrazo a todo lo que aman. Quieren moverse para llegar a la ventana y ver que empieza un nuevo día. Quieren luchar hasta el final. Ese final es de ellos y de nosotros: de todos. No queremos un matrimonio a la fuerza con lo inevitable y lo degenerativo. Queremos el derecho a  decidir cuando y cómo pasar por la aduana para sellar el pasaporte.
 Para que ahora vengan cuatro nazis homologados sin argumentos diciendo que la solución final se aplicará de forma indiscriminada. Les ha traicionado el subconsciente. El estoicismo clerical siempre jodiendo las fiestas (donde no haya menores, claro).

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