jueves, 27 de enero de 2011

HISTORAS DE LA P uta CRISIS


Volví a la vida en medio de la Gran Crisis. Un contrato basura me mató.
La calle de mi resurrección estaba desierta. Los cristales de los edificios rotos y en el ambiente había un hedor fétido que no alcanzaba a saber qué era.
Atravesé  Wall Street, bien es bien sabido que estas historias solo ocurren en Estados Unidos.También, es verdad que los primeros casos de resurrecciones ocurrieron en Lehman Brothers.

Vi a muchos como yo, sin rumbo fijo, con la mirada puesta en el vació. En una nada de incertidumbre y desolación. Se habían cargado a la humanidad a un precio de saldo. Yo pensé que una prima de riesgo era una chica, un poco lela,  de unos veinticinco, exuberante, con unas turgencias dignas de un mármol de Carrara. Lo que los yankis venimos a denominar, una  tía fuckable.
Pero no era eso. Es un término financiero que justificaba todo los males ocurridos por nuestra culpa. Por  pedir créditos al Gran Depredador. Ese que nos enseñó a consumir sin medida y por encima de nuestras posibilidades. Ahora, ese mismo, nos lo quitaba todo y, encima pasaríamos toda nuestra novida, de zombis, pagando intereses.
Ah!  Ya caí en la cuenta Ese olor que os conté al principio era, pura y simplemente mierda.Todos olíamos a lo mismo. Era eso, lo comprobé después de tocarme el culo. La valentía y la arrogancia ya no tenía lugar en este mundo. Lo mías importante, ahora, era encontrar al Gran Extriñidor que nos guiase en esta travesía dantesta.  Nos olisqueábamos unos a otros para ver quién estaba limpio pues lo que nos pasada, sencillamente era que
estábamos cagados de miedo y era, precisamente ese miedo el  origen de muestra errática coexistencia.

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