viernes, 5 de abril de 2013

HISTORIAS DE LA P u t a CRISIS

VINE A POR TRABAJO ( EN NICOSIA) Y (SON SUERTE) ME COMIERON LO DE ABAJO

 

Anastasiadis nos lo dijo por la televisión: No hay de qué preocuparse. Yo, gracias a los medios he sabido que estábamos en la Unión Europea. Suerte la nuestra.  Mi país es una cagarruta de paloma en la solapa de Merkel pero, ahora, estoy en el centro del huracán bursátil. Hace dos días que fui al Laiki Bank y, ahora,  un oriental harto de Occidente, me vende barras de pan precocinadas en el mismo local donde puse mis sueños de expansión turca.

Así estoy: Esperando que Alida saque algo o me mire por ahí abajo

 

Ayer fui a la oficina de empleo. Llevo sesenta años nacido en Nicosia y, todavía, no sé cómo se dice Oficina de Empleo ni en griego ni en turco. Alida me recibe y me  pregunta que si estoy cualificado para salir de la crisis. A mí me pusieron de nombre Taner cuando nací pero, el amanecer es el reflejo de una tumbona en el paraíso fiscal de los de siempre. Alida se ríe y me muestra los dos pilares  que quedan de nuestra dignidad.

- Taner. No hay nada para ti hoy. Pero, ahora mismo, me pongo las rodilleras y te atiendo detrás del biombo

El biombo  es el último recurso de los desesperados. Es la ocultación de nuestras miserias y nuestros alivios. Gracias a Alida y, compañeras como ella, no conseguiremos trabajo ni aquí ni en Berlín, pero, por lo menos el alivio urgente nos lo dan gratis. La profesionalidad es lo que tiene

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