viernes, 8 de junio de 2012

HISTORIAS DE LA P uta CRISIS 
¿SUEÑAN LOS PARADOS CON CUCHILLOS ELÉCTRICOS?

"Todo antes que un techo de estrellas y polución"
Hace más de un año que me desahuciaron. El paro se me acabó. Mis canas reflejan una decadencia corporal que no pasa desapercibida a ojos de empresarios. No puedo seguir pagando más habitaciones compartidas. Mañana tendré que vivir en la calle. Por lo menos, tengo la libertad de elegir la que más me guste. La humillación no me permite ser siervo del conformismo. No hace mucho tiempo tuve empleo, familia, perro, amante y aduladores. Ahora todo está roto. He traspasado la fina línea de una existencia gris y  mediocre a otra igual pero cubierta de pobreza extrema. No quiero estar a la intemperie el resto de mis días. No sobreviviré. Soy un recién llegado al desprecio social y humano.
El Santoku corta algo más que pescado
Por esta razón estoy hoy aquí: Enfrente del Congreso de los Diputados. Hoy amenaza tormenta. No llevo pancarta alguna (ni la quiero). No soy activista. Soy un inaccionista de largo recorrido. Espero pacientemente que acabe la sesión para ver como sus señorías bajan por la Carrera de San Jerónimo. Al rato veo un grupo nutrido de encorbatados bajar por la calle abajo hacia sus coches oficiales. Me dirijo a uno de ellos. Uno cualquiera. Me la suda el color político de sus envidias y  engaños. Le voy a matar. Saco del bolsillo del pantalón un cuchillo japonés (Santoku) .Limpiamente, y por sorpresa,  le corto el cuello. Casi ni sangra. A partir de aquí, apenas recuerdo nada. Todo es confusión y ruido. Ya no tendré que preocuparme de la manutención y del problema de la vivienda hasta el fin de mis días. La estancia en la cárcel tiene los gastos pagados que, era lo que yo quería. Todo, antes que un techo de estrellas y polución.
No se me va un cierto resquemor. Al que rebané el pescuezo no era un diputado, sino un agente de seguros que se metió entre ellos para intentar  vender una póliza. Por esta razón los guardaespaldas me dejaron actuar. La mala suerte del pobre es  caprichosa

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